El texto narrativo
1.
Definición:
Texto en que se cuentan hechos reales o
ficticios que les suceden a unos personajes en un tiempo y en un espacio
determinados (marco narrativo). Ejemplos: noticia, cuentos, novelas, anécdotas,
etc.
2.
Elementos:
a) Acción:
1.
Argumento:
conjunto de todas las acciones en orden cronológico y causal.
2.
Trama:
los hechos como los ha seleccionado y organizado el autor.
b) Personajes:
Según intervención en el relato, se los divide en:
1.
Protagonista: constituye el centro de la acción
(sin él no habría relato). Puede ser individual o colectivo (La colmena).
2.
Antagonista: el personaje que se opone e impide
la consecución de los deseos del protagonista: un villano en los cómics o
películas de superhéroes, pero también el tercero en discordia en un triángulo
amoroso.
3.
Secundarios: tienen una presencia física menor
en el relato. A veces pueden ser accesorios y otros determinantes en la acción
y evolución del protagonista.
En función de su complejidad
psicológica, los personajes se dividen en:
1.
Redondos: evolucionan durante todo el relato.
2.
Planos: son estereotipos que no evolucionan
durante el relato. Lo más frecuente es que los personajes secundarios sean
planos.
La aparición de la novela moderna
está ligada al tratamiento complejo de los personajes. En la Edad Media los
libros de caballerías presentaban de manera monocorde a los caballeros, de
manera que eran personajes planos. El primer libro de caballerías en dotar de
psicología (de personalidad) a los caballeros fue el “Tirant lo Blanc”. Sin embargo,
debemos esperar hasta el siglo XIX para observar un tratamiento complejo de los
personajes, en que se nos muestran sus luces y sus sombras: “La Regenta”, “Ana
Karenina”, etc.
Los personajes pueden ser
presentados directamente por el narrador que los describe y caracteriza o
mediante sus intervenciones en los diálogos y sus acciones. Lo más frecuente,
de hecho, es que se den ambas cosas, de
manera que el lector interpreta y llega
a sus propias conclusiones.
c) Estructura:
1. Externa: es la forma en que se organiza
el texto (las partes que lo componen): párrafos, capítulos, etc.
2. Interna: se refiere a la organización
del contenido. Las narraciones
convencionalmente se organizan de la siguiente manera:
a) Planteamiento: se presenta a los
personajes y se los sitúa en un tiempo y en un espacio (marco narrativo).
b) Nudo: se plantea el conflicto que debe
resolver el protagonista (todas las narraciones literarias y cinematográficas
parten de un conflicto, desequilibrio; sin conflicto, no hay relato. ).
c) Desenlace: Se resuelve el conflicto y
se logra una nueva situación estable.
Atendiendo a la organización
cronológica de las partes, los textos narrativos se dividen en:
a)
Narraciones lineales: se sigue un orden
cronológico en la organización del os hechos (planteamiento, nudo y
desenlace). “Don Quijote” es un ejemplo
de ordenación cronológica. “La Regenta” también”, pero incluye numerosos saltos
temporales hacia atrás para situarnos en el personaje.
b)
In media res: se inicia la narración por el nudo
y se incluyen saltos temporales para presentar a los personajes y la situación.
c)
Narraciones que contienen saltos temporales (muy
frecuentes en la narrativa a partir del siglo XIX). Se trata de saltos
temporales hacia atrás (flash-back, retrospección o analepsis) como en el Lazarillo de Tormes o mucho menos frecuente de saltos hacia
adelante (anticipación, flash-forward o prolepsis) como en Crónica de una muerte anunciada.
d)
Narraciones con contrapunto en que se alternan
diversas secuencias narrativas porque se explican diversas historias a la vez: La verdad sobre el caso Savolta. Este
tipo de narración es frecuente en el cine: Crash.
Las tres partes pueden
presentarse de manera cronológica (narración lineal) o subvertirse este orden:
las narraciones in media res
comienzan por el nudo, las que contienen saltos temporales también, etc.
d) Espacio y tiempo:
El espacio es el lugar en que sucede la acción.
El tiempo hace referencia a un doble concepto:
a)
El tiempo externo: la época en que se sitúa la
historia.
b)
El tiempo interno: el período que abarca lo
narrado. Puede ocupar una gran parte la vida de un personaje o centrarse en un
día. Para narrar lo que considera más relevante el autor se vale de las elipsis
y de los saltos temporales.
e) Narrador:
Es quien narra los
hechos; se trata de una convención literaria creada por el autor; no debemos
confundir al autor con el narrador de un texto.
El narrador organiza, explica y cede la voz de los
personajes cuando lo estima oportuno.
f) Punto de vista:
Es la perspectiva desde la que se nos narra.
Hay dos opciones básicas:
1.
Punto de vista externo: se narra desde fuera la
historia. Se utiliza la tercera persona En este caso, se distinguen dos tipos
de narrador:
a)
Narrador omnisciente: lo sabe todo de los
personajes; puede comentar los hechos, hacer digresiones morales, etc. Hay
diferentes grados de omnisciencia. Es el narrador característico de las novelas
realistas y naturalistas del siglo XIX. Hay diversos grados y el autor puede
experimentar como en Tormento de
Galdós.
b)
Observador externo: solo cuenta lo que puede
observar como en “El Jarama”. El narrador actúa como un cámara cinematográfico
recogiendo únicamente lo que puede filmar (percibir objetivamente). También se
utiliza esta técnica en la novela negra.
2.
Punto de vista interno: se narra en primera
persona. La acción está narrada por el protagonista o por un personaje que ha
intervenido de alguna manera en la acción.
Se divide en:
a)
Narrador protagonista: el conflicto se narra
desde la perspectiva del protagonista, quien da una versión subjetiva pero
creíble de los hechos.
b)
Narrador personaje: explica los hechos que ha
presenciado y en los que ha participado de manera más o menos directa: “Crónica
de una muerte anunciada” o “Tormento.”
En las novelas modernas se pueden
dar diversas técnicas en un mismo relato: aparición de varios narradores (punto
de vista móvil), protagonista colectivo, narración de la misma historia desde
el punto de vista de diversos personajes, etc. Sin embargo, las novelas
comerciales siguen inclinándose por la narración lineal y el punto de vista
omnisciente.
Caracterización lingüística de
los textos narrativos:
1.
Utilización de marcadores discursivos
temporales: entonces (con valor lingüístico o deíctico), cuando, en ese
momento, etc.
2.
Utilización del pretérito perfecto simple y de
verbos en pasado. También puede usarse el presente histórico para dar vivacidad
a la narración (“Poema de Mío Cid”).
3.
Incluye a menudo descripciones de personajes,
lugares, situaciones, etc. Presentarán las características de los textos
descriptivos.
4.
También puede incluir digresiones del narrador.
5.
Aparición de diálogos (ergo de textos dialógicos
o dialogados).
Caracterización del diálogo narrativo:
Los personajes pueden hablar directamente utilizando el
estilo directo o el narrador puede reproducir aproximadamente sus palabras
mediante el estilo indirecto. Las diferencias lingüísticas más notables entre
ambos son:
Estilo directo:
Se reproduce textualmente (palabra por palabra, al pie de la
letra) las palabras de los personajes. Se utilizan verbos de habla como:
contestar, replicar, admitir, balbucear, recalcar, preguntar, inquirir, etc. Se
marcan las intervenciones con comillas o con guiones largos o rayas (más
frecuente el segundo procedimiento). El uso de diálogos en estilo directo
confiere dinamismo y agilidad a la narración. Permite que al narrador que los
personajes se presenten a partir de sus palabras y de su interrelación y
reacciones ante los demás.
Estilo indirecto:
El narrador explica lo dicho por los personajes en tercera
persona. Lingüísticamente se plasma en el uso de oraciones subordinadas
introducidas por el nexo que, si, cuándo, dónde (partículas interrogativas),
etc.
Al pasar de estilo directo a indirecto se producen cambios
lingüísticos: los pronombres pasan de primera a tercera persona; los tiempos
verbales cambian y se transforman los deícticos (aquí por allí; ahora por
entonces; hoy por aquel día, esta mañana por aquella mañana, etc.).
Estilo indirecto libre:
Es una combinación, surgida en el siglo XIX de los dos
anteriores. El narrador reproduce las palabras o pensamientos de los personajes
sin utilizar nexos (que, si) ni marcas de tipográficas (guiones o comillas). De
esta manera el narrador consigue que no se perciba su intervención. Es tan
expresivo como el estilo directo (el estilo indirecto resulta mu farragoso). Se
utilizaba sobre todo para reproducir los pensamientos del personaje.
Monólogo:
El personaje habla consigo mismo o se dirige a alguien sin
esperar respuesta (“Cinco horas con Mario”). Este procedimiento permite conocer
de primera mano las incoherencias, los sentimientos, las emociones, los miedos,
de los personajes. Normalmente están escritos en primera persona, pero puede
aparecer la segunda persona cuando el personaje se desdobla o cuando impreca o
se dirige al personaje ausente.
Un tipo especial característico de la novelística del siglo
XX (sobre todo de la más audaz) es la utilización del monólogo interior, que
intenta reproducir el “fluir de la conciencia”, es decir, los pensamientos y
sentimientos más ocultos tal como se los
van planteando los personajes (intenta reproducir cómo pensamos, intenta
reproducir lo incoherente del subsconciente). Por ello, se trata de textos
desordenados, caóticos, con asociaciones surrealistas o sorprendentes.
Lingüísticamente, se marcan por la ausencia de signos de puntuación, por la
incoherencia en el uso de tiempos verbales, por las repeticiones, etc.